- Yo, te lo confieso ahora, nunca me sentí orgulloso de haber empezado una relación estable. Por un lado quería pero...no se.
- Yo quiero, de verdad que quiero. Quiero a alguien que me lleve a cenar a sitios bonitos, que me saque una sonrisa cada día, que me coja de la mano por la calle, que..que me quiera.
- Entiendo...No se...
- Quiero una relación normal, decente. Yo pensé que no pedía mucho.
- Nunca es suficiente, nunca. Dicenque la gente es desgraciada por que no se atreve a ir a por lo que quiere. Yo, simplemente lo hago, sin pensarlo. Antes no lo hacia, y por ello perdí tantas oportunidades en mi vida que ahora me doy cuenta de que , aunque no me guste decirlo así, he malgastado parte de ella. Si desde un principio hubiese ido a por lo que quería.
Por lo que sea. El caso es que me hace llorar. Y no puedo parar de escucharla, una y otra vez.
Si hasta la he fotografiado. He fotografiado una canción. Te he fotografiado. Y es que no podía ser de otra manera.
Esa canción es bonita por que...esa canción eres tu, y tu siempre fuiste bonito, te mirase por donde te mirase. Ya fuese por tus movimientos delicados, tu sonrisa torcida cuando querías poner cara de pillo o tus manitas siempre en los bolsillos.
Miguel, esa melodía que tu y yo adoramos un día seguirá ahí siempre, esperando que vuelvas a escucharla conmigo como siempre hacíamos. Por que me parece la mar de mal que te hayas ido así, sin pedir permiso, robándome mas lagrimas de las que merecías llevarte. Dándome mas dolores de cabeza que los imponentes ruidos de la ciudad por la que jugábamos a no crecer.
No Miguel, no, las cosas no son así. Ahora estoy enfadada. No puedes hacerle esto a alguien que te quiere tanto, que te espera aun en la cafetería chiquitita que ocupábamos cada día, que sigue pensando que podrás enseñarle a tocar la guitarra casi tan bien como tu..bueno, intentarlo, dentro de lo posible. En definitiva, a mi.
Por que yo dejé escapar mis ilusiones detrás de cada una de tus sonrisas, y te las has llevado sin dejar nada a cambio, así, sin mas. Y yo, me he quedado sin ellas y no tengo como seguir, estoy estancada y acabaré por evaporarme como los charcos que quedan tras las lluvias torrenciales. Y eso es lo que fuiste...una lluvia torrencial, efímero e impactante. Dejaste huella por allí por donde pasaste y en cada persona que te conoció.
Una huella que no se borrará nunca. Al menos la mía, tan especial y tan profunda.
Yo creo que fuiste el único por el que me dejé querer, sin pactos, sin condiciones. Bueno, solo una, que no me dejases, nunca.