viernes, 12 de junio de 2009
Rico.
Eras tan dulce que hasta te gustaba hacerme sufrir de olerte.
Olías rico, como huelen las manos cuando te las acabas de lavar en el baño de la abuela, con ese jabón antiguo que guarda como si fuese su tesoro mas preciado. Tu sabes que hueles rico, por eso te gusta dejarme olerte un poquito y apartarte. Poner la mano entre mi cara y tu cuello intentando que el dulce aroma no pase tu barrera.
Es que, me gusta tanto que cada vez que paso cerca me dan ganas de besarte, bueno, no de besarte a ti propiamente dicho, sino a tu olor rico.
PinkMyself
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