martes, 12 de enero de 2010

Yo creo que me empeñé tanto en quererte que creo que acabé haciendolo.




Y así fue como lo perdí todo, te perdí a ti y con ello la posibilidad de encontrarme de nuevo con algo a lo que amar. Con algo que me hiciese pensar que algún día volverías. No tu, claro está, sino alguien que me recordase tanto a ti que tuviese que quererle a la fuerza, que me impidiese respirar cuando me dijese que me quería y esas cosas que tu conseguías tan fácilmente.

Y claro, el problema es que te has ido, pero a la vez, estas ahí. Candente. Siempre vuelves por que en el fondo me necesitas, incluso mas que yo a ti, podría decirse. Y eso me gusta, me encanta, por que me da esperanzas, y al mismo tiempo, me carcome por dentro por el hecho de que se que nunca volverás del todo. Claro, y es que tu lo ves muy fácil. Por que soy fuerte, pero no contigo, contigo no merece la pena ser fuerte por que siempre acabas ganando.

Y te es sencillo volver sabiendo que estaré ahí para amarte de nuevo, para hacerte sentir lo que se que te gusta y te aprovechas de ello todo lo que puedes...y mas. Aveces, hasta te pasas, y me duele mucho que me quieras así. Que me quieras de poco en poco, pero de forma continuada aunque siempre con intervalos.


Y es tan triste saber lo que daríamos el uno por el otro y tener tanto miedo de decirlo que aveces me gustaría gritarte en miradas lo mucho que te necesito. Pero ese miedo está presente, en todo momento, por que aunque todo sea fácil, lo hacemos mas difícil de lo que se esperaría que pudiésemos. Bueno, tu lo haces difícil. Tu, con tu desconfianza y tus tonterías de niño, con tu estupidez y tu...y tu sonrisa perfecta que haría sonreír a cualquiera, tus ojos que derrochan felicidad cuando se encuentran con los míos, tu forma de abrazarme casi perfecta..tu y todas tus imperfecciones
jodidamente adorables lo hacéis difícil.

El caso es que, estas, pero no estas. Te quiero, pero no quiero quererte. Me amas, pero tienes miedo a demostrarlo. Y es que sabes, tanto tu como yo estamos perdida y locamente pillados el uno por el otro y hemos intentado hacer como que no nos damos cuenta pero es un hecho. Lleva siéndolo demasiado tiempo como para que lo ignores tan descaradamente. Y claro, tu manera de ignorarlo es fácil, miras a otro lado, a otra chica y te intentas convencer a ti mismo de que la quieres como a mi, o mas, si cabe. Pero no, al final te das cuenta de que no puedes, de que soy la única que ocupa tu corazón palpitante y que por mucho que lo intentes negar,no vas a querer a otra. Y es que lo mismo me pasa a mi.

Entonces, es cuando vuelves a mi, esperando que te quiera de la misma manera. Es mas, sabiendo que lo hago y que no puedo dejar de hacerlo por mucho que lo intente. Y a su vez, yo veo en tus ojos esa luz que no se aprecia cuando te vas y que no deberías perder. Nunca. Y yo estoy aquí para encargarme de que no lo hagas por mucho que me duela.



PinkMyself

1 comentario:

miscomplicacionesfavoritas dijo...

Adoro de una manera indescriptible este texto. L.